Voy a hablarte sobre el arte de contar historias, del storytelling. A través de esas historias las marcas ganan relevancia, venden más…
Cuando yo era niña, una de las cosas que más me gustaban era ver la televisión. Disfrutaba mirando mis programas favoritos, dibujos animados, series… pero lo que realmente me enganchaba eran los anuncios. Aquellos spots de televisión me contaban historias en un par de minutos; El anuncio de un refresco reuniendo a jóvenes de diferentes razas y orígenes sentados alrededor de un árbol de Navidad cantando un estribillo pegadizo, muñecas caminando hacia el “Portal de Belén” al mismo paso lento que marcaba el ritmo de un villancico, o el paseo en patines de una chica, bandeja en mano, repartiendo vermut. La historia estaba allí. Todos formaban parte de un cuento corto con personajes y mensajes que comunicar.
El relato que une al espectador, al lector, a futuros compradores o usuarios con el valor de la marca que les estás transmitiendo y que se convierte en algo inolvidable, eso es el storytelling.
Es evidente que se trata de una técnica de marketing que consiste en atrapar al público a través de una buena historia.
Lo que realmente hará que te recuerden será aquello que te distingue del resto y eso es lo que la historia debe destacar.
Mis relatos intentan conectar con el cliente potencial de la marca. Empatizar con el lector de manera que las narraciones les atrapen, les cautiven, porque…
¡Han encontrado la solución a su problema!
Nada más efectivo que emocionar y empatizar con el lector.
¿Cómo hacerlo? Captando su atención y ayudándoles a cubrir sus necesidades.